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Soluciones

"NO NOS VAMOS, NOS ECHAN"

Nunca es demasiado tarde para rectificar y, a pesar de la larga lista de cosas que España tiene que rectificar, seguimos a tiempo de invertir la tendencia. Subvencionar a los emprendedores, inspirarse en modelos nórdicos o utilizar técnicas innovadoras como el e-manufacturing pueden ser algunas de las salidas para un país que, con un 40% de la población entre 18 y 35 años altamente formada, lidera la Unión Europea en cuanto a capacitación y oportunidades.

Adrián Ballester, diputado por el PP y exdirector del IVAJ, se encargó durante años de unificar las competencias sobre juventud en una sola institución para facilitar así el acceso de los jóvenes a ayudas como las que ofrecía el SERVEF, un organismo de fomento del emprendedurismo entre los menores de 29 años. Aunque hoy en día el gobierno de su propio partido ha cancelado la mayoría de estas ayudas, Ballester apuesta por retomar ese modelo, ya que según su opinión, “el mercado laboral europeo está americanizándose, camina hacia un modelo de freelances y autónomos que toman su propios riesgos y montan sus propias empresas”. Pero Ballester también reconoce algunos errores del gobierno y estima que “invertir en grandes eventos cuando menos dinero se tenía, aunque pusiera a Valencia en el mapa mundial, no fue quizá lo más acertado” y admite también que habría que apostar por un corredor mediterráneo que reindustrializara el potencial levante español.


Pau Vivas, coordinador de EUPV, por el contrario, cree que no debemos apostar por el modelo capitalista, sino que cabría proceder a una horizontalización de las empresas, a que los propietarios compartan más sus responsabilidades y sus ganancias con el cuerpo obrero. Vivas cree que es el momento de “volver a los sindicatos, a organizarse, a inspirarse en modelos como el latinoamericano donde se están construyendo desde los 90 verdaderas democracias participativas”. El problema para Vivas, que desconfía tanto del modelo norteamericano como de los modelos centrales europeos, es que las empresas han buscado siempre reducir el gasto y despedir a personal, reduciendo el coste de producción mediante la reducción de los derechos y retribuciones de los asalariados.


Fran Ferri, de Compromís, coincide en el análisis de esta devaluación del obrero, pero él si cree que se pueden adaptar modelos europeos a la realidad española, siempre teniendo en cuenta las particularidades de nuestro país. “El e-manufacturing, o producción ajustada, consiste en implantar innovaciones en la tecnología para producir más sin perjudicar a los trabajadores. Además, es una producción más sostenible medioambientalmente y de proximidad, con lo que potencia la industria local”, comenta, “me gusta también el modelo educativo alemán, donde se alternan semestres estudiando en la universidad con semestres de prácticas remuneradas en empresas, que acaban contratando a esos estudiantes”. Cabe destacar que Alemania y Austria, que aplican este modelo, cuentan con un 9 y un 8% de desempleo juvenil, a la cabeza en la Unión Europea.


Para Manuel Sanchis, no es sólo un problema de legislación, es un problema de estructuración de la sociedad. “Lo que tiene que hacer un político es sentar en la mesa a los empresarios, a los trabajadores y a las autoridades regionales y que dejen de pensar como si estuviéramos en el siglo XIX. Impulsar parques tecnológicos, parques científicos, I+D+i… No se puede recortar en educación y sanidad, que son capital humanos”. Para el profesor, España no ha tenido proyecto de país desde Adolfo Suárez y Felipe González, y el aparente caos legislativo actual es fruto de la colisión de los intereses personales de los gobiernos recientes.


Y es que los recortes son vistos por casi todos los políticos como uno de los causantes de la precariedad y de la expulsión de jóvenes. Cada vez tienen menos acceso a servicios básicos y cada vez les es más difícil ser contratados, por lo que huir de España no significa renunciar a servicios y derechos como sí lo era antaño, sino que ahora significa irse a recuperarlos. La fallida Estrategia de Lisboa, de hecho, sugería una mayor subvención de los estudios y crear la figura del lifelong learning, o aprendizaje permanente, mediante el cual las empresas y el Estado debían fomentar que los trabajadores siguieran aprendiendo una vez finalizados sus estudios y aumentaran y actualizaran sus capacidades constantemente como base de una sociedad del conocimiento.


Jordi Serra, del PSPV, lo tiene muy claro. Todas estas medidas fueron posibles de llevar a cabo, pero “se gastó más en grandes eventos que lo que hubiera costado implantar en el sistema educativo algunas de muchas medidas”. Por eso, cree que en España aún hay potencial para virar el sistema hacia un modelo que absorba a todos los jóvenes que han emigrado, pero que desde luego el gobierno actual no está andando en ese camino. “Los políticos se están alejando de la sociedad, y claro, así dicen las barbaridades que dicen algunos. ¿Qué se van por espíritu aventurero? No, se van porque los echan”, sentencia.


Parece ser que siempre podemos invertir el éxodo, pero ¿qué opinan los exiliados? ¿quieren ellos volver? ¿Tienen algo que decir de todo esto?

Los jóvenes recurren a ofertas y líneas de bajo coste

para aligerar la carga económica de la emigración.

C.Casas

Verse obligados a emigrar genera una sensación de

frustración y decepción con las expectativas

universitarias que tenían los jóvenes. C. Casas

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